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    Aove: los números cantan





    Estamos en la recta final del resumen de las jornadas organizadas por la Universidad Autónoma de Barcelona bajo el título “ La Dieta Mediterránea (DM) y la Salud”. En el artículo de hoy vamos a centrarnos en datos numéricos que van a acabar de convencer de los beneficios del aove (aceite de oliva virgen extra) a nuestras mentes cartesianas.
    El Dr. Fernando López Segura, médico internista del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y gran experto en Dieta Mediterránea (DM), inició su exposición abundando en la eficacia del aove en la prevención y tratamiento de la arterioesclerosis. Recuerden que muchos de los estudios realizados establecen la eficiencia de la DM en comparación con la dieta Baja en Grasas propuesta por muchos de los dietistas de los países anglosajones. Pues bien, ha quedado demostrado que la DM rica en aove no tan sólo es capaz de bajar los niveles de colesterol malo ( LDL), como también consigue la dieta baja en grasas, sino que, además, es la única que aumenta los niveles del colesterol protector (HDL). Según López Segura “el HDL es el mejor indicador de salud cardiovascular que existe y, desgraciadamente, no tenemos ningún medicamento que sea capaz de aumentar su presencia en sangre de manera sana. En cambio la DM rica en aove consigue aumentarlo. Si a eso le sumamos el ejercicio físico y el consumo moderado de alcohol, preferiblemente vino, tendremos la pauta ideal para tener un corazón sano”. Pero hemos dicho que vamos a dar cifras para satisfacer a nuestra mente cartesiana. Según López Segura “en estudios realizados durante más de 35 años se ha comprobado que aquellas personas que han mantenido por encima de 80 sus niveles de HDL, por muy alto que tuvieran su colesterol malo (LDL), no han desarrollado infarto. Así de sencillo y contundente”. El problema es que cada día comemos peor, “por razones de malos hábitos o medioambientales, cada día estamos más gordos y cada día hacemos menos ejercicio. Todo ello no sólo influye en el colesterol sino en la diabetes, la hipertensión…Está demostrado que en estas patologías hay un componente genético muy importante. Por ejemplo: el 50% de los hijos de un diabético van a ser diabéticos. Y si padre y madre lo son, ese porcentaje aumenta hasta el 90%”. Seguimos con las cifras, en España entre un 5 y un 10% de la población es diabética. Según López Segura “ese 10% de diabéticos consume el 50% de los recursos sanitarios del país. Imaginad, por tanto, lo importante que es conseguir reducir ese ratio. Gracias al consumo de aove se disminuye la necesidad de insulina o medicación entre los diabéticos y, en las personas que no son diabéticas, el consumo de aove disminuye la producción de insulina porque ya no es necesaria tanta cantidad para mantener el equilibrio de glucosa en sangre. Eso está aceptado hasta el punto de que, en los casos de diabetes severa en los que el paciente es alimentado artificialmente, el 50% de las calorías que ingiere se le administran en forma de aove, porque es lo más saludable”.
    Vamos con la hipertensión. Según el estudio expuesto por el Dr. López Segura, “el 50% de las personas mayores de 50 años son hipertensas. Sabemos, desde hace más de 30 años, que la reducción de la sal nos ayuda a controlar la hipertensión pero ahora también está probado que el aove influye en ésta. Personas sanas a las que se les administra DM rica en aove bajan un punto la tensión y, cuando se les quita esa dieta, ese punto vuelve a subir. Ya Averroes (médico , jurista, filósofo y astrónomo andaluz de origen árabe) nos decía que el aceite de oliva virgen, el que no ha sido alterado, puede ser perfectamente asimilado por la constitución humana. Era un piropo al aove que se ha demostrado que es nuestro aliado en muchas enfermedades. La población no le pide a los médicos que bajemos el colesterol o el azúcar. La gente quiere convertirse en Matusalén, vivir muchos años y hacerlo con salud. Para conseguirlo hay que luchar fundamentalmente contra la oxidación. Y el aove, el auténtico aove, previene de la oxidación gracias a la gran cantidad de antioxidantes, entre ellos los polifenoles, que lleva. Es más, si el colesterol malo no se oxidase no produciría la arteriosclerosis. También la oxidación es responsable de la diabetes, de las enfermedades autoinmunes, de las afecciones reumáticas o de las cataratas…”
    Por otro lado, según el Dr. López Segura “sabemos a ciencia cierta que cuando se enrancian las grasas y la proteína animal que ingerimos, se generan lipoperóxidos. Es decir que se oxida nuestro organismo. Pues bien, el aove es la mejor grasa vegetal para contrarrestar este efecto negativo por su gran efecto antioxidante”. En resumen, hay que reducir la ingesta de grasas animales en favor del aove, el aceite de oliva virgen extra. El Dr. López Segura, como una gran mayoría de los dietistas, recomienda que el 30% de las calorías que se ingieran sea de origen graso: “Si escogemos el aove supondría un consumo de 1 litro y medio por persona al mes y, por tanto, un coste aproximado de unos 6 euros/mes. Un precio perfectamente asumible si tenemos en cuenta lo que ahorramos en botica gracias a este alimento milagroso que contiene polifenoles, el gran protector de nuestro organismo”.

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